sábado, 12 de julio de 2014

3. El chico ángel

Al día siguiente otra vez con la bocina. Me tape los oídos. 

-Hay alguna forma de que no suene esa puñetera bocina- dije levantandome de la cama.

-Vaya, tampoco tienes bien despertar, por lo que veo- dijo Alba.

Nos vestimos y peinamos. Yo simplemente me hice una trenza a un lado.

Llegamos al patio de la sala común.

-Hoy jugaremos al balón prisionero- dijo uno de los monitores.

Dani se acercó a mi.

-Yo en esto soy muy bueno ¿sabes?- dijo.

-No más que yo- dije.

También soy muy competitiva.

El me miró.
-Me gusta esa respuesta- dijo- ya veremos.

Hicieron los equipos, no conocia a nadie en mi equipo.
Empezó el juego.

-Esperar, que ahora viene el capitán- dijo uno del equipo contrario.

Entonces vino un chico. Era alto, rubio y con los ojos verdes. 
"Los ángeles existen" pensé.

Me quedé embobada por su sonrisa tan perfecta. 
Chas una flecha de cupido para mi.

Uno del equipo contrario aprovecho que yo estaba embobada y me tiro el balón.

Pero fuerte. A la cabeza.
Y el balón no es que fuera muy blando.

Me caí al suelo sentada con la mano en la frente del dolor.

El chico ángel vino corriendo hacía mi.

-¿Estas bien?- dijo.
Madre mía su voz era tan tan perfecta.
Asentí con la cabeza.
Y me ayudo a levantarme.

-Gracias- dije.

El me sonrió.
Vale, creía que me derretía.
Entonces vino Jesús corriendo.

-Daniela ¿estas bien?- dijo preocupado.

Asentí con la cabeza.
-Tienes la frente hinchada, déjame que te acompañe a enfermería- dijo.

Fuimos y me dieron la típica bolsa de hielo. Me la pusé en la frente.

Jesús se sentó al lado mío.
-¿No juegas?- pregunté.

-No, prefiero cuidarte- dijo.

"Que mono" pensé.

-Jesús ¿quien es ese chico?- dije señalando al chico ángel.

-Se llama Álvaro- dijo- a mi no es que me caiga muy bien, es un poco idiota.

Yo seguía mirándole embobada.

-¿Por qué lo preguntas?-.

-Porque es guapísimo- dije como en un suspiro.
 
Jesús no dijo nada sólo agacho la cabeza.

-Le he visto y ha sido como un flechazo, no se sí me entiendes- dije.

-Te entiendo perfectamente-.

Me queje porque me dolía la frente.

-Déjame ver- dijo apartandome la bolsa de hielo.

Paso su dedo índice por mi frente roja e hinchada.
Un cosquilleo me recorrio la espalda.
Se me pusieron los pelos de punta, no entendía porque.

Pero intente que no se me notara.

-Yo creo que esta menos hinchado- dijo.

Entoces llegó Dani.

-Al final no has sido tan buena- bromeó-¿quien ha sido el bobo que te ha hecho eso?- dijo.

-No se ya no me acuerdo quien era- dije.
 Entonces llegó la noche.

Íbamos todos con linternas haciendo el tonto un rato.

Cuando alguien se acercó a mi.
Era Álvaro.

-¿Estas mejor?- pregunto.

Me empezé a poner nerviosa.

-Si- tartamudee.

-A ver- dijo mientras me aprataba el pelo a un lado.

Se acercó a mi. Empecé a temblar.

Puñeteros nervios.

Oí mi nombre. Que asco, adiós al momento tan bonito.

Era Alba, le hice gestos para que me dejara sola con el. Ella me miró raro.

-Daniela, ¿te pasa algo en la cara?- dijo.

Señale con la mirada a Álvaro. 

-Ah, que quieres estar a solas con el- dijo delante de Álvaro.

"Que discreta" pensé mientras me tapaba la cara con la mano.

Pero dio igual porque esta vez lo llamaron a el.

-Me tengo que ir- dijo.

Entonces se acercó y me dio un beso en la mejilla.
Me entró la risa nerviosa.

-Nos vemos mañana, a solas mejor- dijo.

Se fue y al momento vino Alba.

-¿Te gusta?- dijo emocionada.

Asentó con la cabeza.
Entonces apareció Dani por detrás.

-Pues a mi no me gusta ese chico es un ligón- dijo.

Alba y yo pegamos un salto del susto. 

Alba estaba en blanco parada, embobada por Dani.

-Anda eso de que me suena- dije burlonamente mientras me cruzaba de brazos.

-Pero es diferente es un idiota, que hace daño- dijo.

Y vino Jesús.

-Dani tiene razón- dijo Jesús.

Apreté los puños enfadada.
-Vosotros que sabréis- dije cabreada.

-Daniela, te lo decimos porque no queremos que te haga daño- dijo Jesús.

Me iba a agarrar del brazo. Pero aparte la mano bruscamente.

-Dejarme en paz- dije.

Y me fui.

-Vale, haz lo que quieras pero luego no digas que no te avisamos- dijo Dani mientras me iba.

Vi como Jesús iba a ir a por mi pero Dani le frenaba y le decía.

-Déjala-.


1 comentario:

  1. Eres la mejor, tus historias me hacen llorar, reir, sonreir, de TODO. Te ruego que sigas por favor, no lo cortes aqui como hace todo el mundo... Eres la mejor de todas la escritoras de historias de los gemelos Jesus y Dani, ¡¡¡SIGUE PORFAVOR!!! :(((

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